jueves, 3 de mayo de 2012

la lógica desde la propia interioridad


Una imagen, una lectura, un ejercicio introspectivo

Todas los miércoles en la mañana, contamos mis compañeros y yo con la dicha de ver clases de Semiótica, materia electiva, sin embargo, una de mis favoritas. La habilidad de leer imágenes acertadamente es bastante complicada, no muchos logran dominarla, y es porque no todas las personas pueden abrir la mente de tal manera que les permita ver mas allá de lo que nos presentan en primer plano.

Sabemos que construimos conceptos para simplificar nuestro entorno, de esta manera, cuando vemos algún objeto físico o imaginario del mismo, podemos mentalmente darle un significado. Tal como lo menciona Platón, vivimos en un mundo imaginario, en donde lo que vemos son sombras que reflejan la forma de los verdaderos moldes. También podemos poner el caso de Baudrillard, quien dentro de sus planteamientos plasma con distintas palabras la misma teoría de Platón, es decir, que vivimos en una hiperrealidad creada por nuestro mundo imaginario, que al final del día termina siendo nuestra realidad.

Todo lo anteriormente mencionado explica la capacidad que tenemos para poder leer imágenes, e interpretar todos los códigos y signos que con ellas vienen.  En nuestra última clase de semiótica, nos fueron mostradas una serie de imágenes, inicialmente fueron 2 ilustraciones de Picasso, ambas plasmaban a una mujer, pero las dos imágenes provenían de dos periodos muy distintos de este pintor, uno era en su etapa figurativa, y la otra en su etapa abstracta.

Inicialmente el ejercicio se baso en una simple pregunta. ¿Qué ven ustedes ahí?, y luego le siguió. ¿Qué relación tienen ambas imágenes?. Era de esperar que la gran mayoría de la clase no supiera que ambas pinturas eran de Picasso, pero personalmente no creo que tenga importancia. Al final del ejercicio comprendí que lo que nuestro profesor quería era demostrarnos como funcionaba la isotopía.

Reconocemos y reproducimos códigos, es eso lo que nos permite relacionarnos y reconocer no solo mi lógica, sino también la de las personas que me rodean. No siempre de manera intencional pero todo lo que nos rodea significa algo, y es por eso que aunque veamos una imagen abstracta, podemos determinar que es una mujer, porque insertada a esa imagen van rasgos y elementos que me permiten darle forma a lo que vemos.

Ese no fue el único ejercicio de la clase, aunado a ese, vinieron más, el siguiente fue la clasificación de seis imágenes, colocando en grado de jerarquización según la cantidad de emoción que causaban en nosotros. No todos coincidimos, pero nuestra clasificación dio relatos personales.  Reconocemos las lógicas de la sociedad, pero también producimos ideas en base a nuestra propia lógica, en donde yo puedo ver una imagen que me haga pensar en miedo o serenidad, otros pueden ver totalmente lo contrario. Y esto es porque no todos tenemos la misma manera de ver y leer los códigos que no son presentados.


En general, todas esas practicas realizadas en clase, solo reforzaron todos los conceptos y explicaciones que habíamos visto anteriormente, aprender es cuestión de práctica, y en este caso, la práctica hizo en mí mucho mas digerible los conceptos que veníamos manejando en clase. Y culminando respondo la pregunta hecha por mi profesor. ¿CUÁL FUE LA INTENCION DE TODOS ESOS EJERCICIOS?. Inicialmente pensaba que era una manera de ir aprendiendo a leer imágenes, pero ahora, me doy cuenta que leer imágenes es mucho mas complejo, porque no se trata de saber que pienso yo desde mi lógica sino de saber cual fue la construcción del otro. Ahora, pienso que fue un ejercicio introspectivo, que solo nos puso de manera mas clara nuestra realidad y como funciona en si todos los conceptos de los que hemos hablado en clase.

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