martes, 31 de julio de 2012

Reportaje Ambiental

Una realidad difícil de aceptar

Desechos Electrónicos: Una amenaza silenciosa

                El crecimiento desmesurado de la tecnología hace que cambiemos constantemente nuestros equipos electrónicos que aun siguen con vida útil. El desecho sin control de este nuevo tipo de basura, representa una alarma silenciosa y desconocida en el ambiento ambiental.
                            La chatarra electrónica o E-Waste, representa todos aquellos artículos electrónicos que desechamos, tales como computadoras, celulares, radios, electrodomésticos, lavadoras y cualquier otro artículo electrónico, sin importar el fin para el cual haya sido creado ni su uso final; en ella también se encuentran comprendidas todas las baterías, sean de litio o no.
            Este nuevo tipo de “Basura” crece diariamente, y aunque existen varios proyectos que hablan sobre las distintas maneras de reciclaje que debe tener o de como debemos desecharla, son muy pocos los países que se han preocupado por invertir dinero y tiempo en este problema ambiental.
            En el caso de Venezuela, la situación no es diferente, de hecho, en nuestro país los términos reciclaje y reutilización, siguen sin resonar en la mayor parte de la población, haciendo más complicado el proceso de conservación del ambiente. El verdadero problema en toda esta situación es que la población desconoce los riesgos que puede representar en la salud pública el desecho inadecuado de este tipo de materiales u objetos.

Veneno para la salud


Johana Carreño, estudiante de Ingeniería Ambiental en la Universidad Experimental del Táchira, explica porque la E-Waste hace cara a uno de los agentes de mayor toxicidad actualmente. La mayoría de las baterías, y componentes de toda la chatarra electrónica, emite gases y sustancias de altísima toxicidad para el cuerpo humano al momento de averiarse o ser desechada; entre ellas encontramos al cromo, selenio, plomo, mercurio, cadmio entre otros.
Las consecuencias que representan  estos agentes pueden verse desde el padecimiento de fuertes dolores de cabeza u erupciones cutáneas  hasta el daño en los riñones, hígado, cáncer de pulmón y hasta la muerte; todo esto solo por la exposición al consumo de cromo, que puede ser ingerido en agua, absorbido por la piel o simplemente inhalado.
El contacto con el mercurio que estos aparatos emiten al partirse o simplemente estar bajo altas temperaturas, se manifiesta en problemas directos con el ADN y el daño cromosómico tanto en el hombre como en la mujer; generando así un desarrollo defectuoso del feto durante el embarazo, o en dado caso estimulando la aparición de un aborto.
La ingeniero Ambiental Rosangela Gómez resalta: “El Cadmio, Selenio y Plomo, son los químicos que se encuentran en mayor contacto con la población”. Estos personifican trastornos neurológicos, daño a los huesos, y más problemas cromosómicos, de fertilidad y de desarrollo embrionario saludable.
“Lo más preocupante de toda esta situación es que las personas que se encuentran en mayor contacto con este tipo de sustancias, como lo son los habitantes del municipio Torbes y sus alrededores desconocen totalmente esta situación”, afirmó Rosangela Gómez.

En el olvido los más afectados


Henry Ramírez, comerciante informal en el vertedero de San Josecito
Desde niños de 9 años hasta ancianos y mujeres se pueden encontrar en el vertedero de basura de San Josecito, estas personas desconocen la cantidad de enfermedades que pueden contraer al estar en contacto con todo lo que en este lugar se encuentra, y es que como afirma Henry Ramírez, persona que se dedica al comercio informal directamente en la zona de descarga de basura “No contamos ni siquiera con un botiquín de primeros auxilios, somos muchos los que nos hemos cortado aquí, yo me he cortado ”.
Diariamente asisten entre 60 y 100 personas al vertedero de San Josecito, estos se dedican a recolectar según el material la basura que allí se encuentra para luego ser vendida. Para muchos parece inexplicable como estos individuos desarrollan sus actividades laborales en este sitio. A pesar de contar con un Jefe de planta en el propio vertedero, este solo se encarga de supervisar lo que ingresa al lugar, dejando de lado las herramientas y previsiones que la comunidad que allí labora debería tomar en cuenta al momento de iniciar su jornada de recolección.
José Luis Zambrano, Gerente General de Mandesta, organismo creado por las distintas alcaldías del estado para controlar los procesos de disposición final de la basura, expresa: “Las personas que se encuentran en ese lugar, se encuentran en violación de la ley ya que ellos no deberían estar allí, sin embargo nosotros dejamos que entren aunque es bajo su propio riesgo”. Sin control o dotación de herramientas para realizar un trabajo seguro o al menos con un rango menor de riesgo a cualquier herida o enfermedad ciudadanos de todas las edades se dirigen al vertedero durante todos los días del año.
Izq: Ándres Felipe 9 años Der: José Luis 14 años
Hermanos que recolectan basura para ayudar a sus padres
Lo que más caro se vende es el cobre y bronce, estos son extraídos en parte de los desechos electrónicos. José Luis y Ándres Felipe son dos hermanos que por la temporada vacacional se encuentran trabajando en la recolección de aluminio, cobre, bronce y plomo en el vertedero. Al preguntar la manera en como obtenían los materiales, Ándres Felipe de 9 años explicó “Normalmente agarramos las computadoras, cables y cosas electrónicas…. Las computadoras las partimos y le sacamos una masa negra que tiene porque eso tiene cobre”.
Aunque el Ministerio del Ambiente y Mandesta conocen los riesgos que estas personas viven diariamente, y lo que la contaminación por parte de los desechos electrónicos puede ocasionar no solo en la población de San Josecito directamente sino en todos los tachirenses y venezolanos en general, la solución a este problema no se encuentra ni siquiera en el marco de la Ley de Gestión Integral de la Basura.

  Un Problema sin Solución


De forma extraoficial un representante del Ministerio del Ambiente manifestó de forma muy concisa saber los riesgos que este tipo de desechos genera para la población, sin embargo la solución de este problema no pareció ser de interés ni estar estipulada en los planes de dicha entidad, la cual se encuentra actualmente enfocada al 100% a la solución de la aparición en el estado del polémico caracol africano.
Según el arquitecto Zambrano, representante de Mandesta, la única solución a este problema sería la separación de los residuos hecha por los habitantes, lo que facilitaría el control sobre la    E-waste, pero una campaña de concientización sería demasiado costosa. Por otra parte seria necesaria la creación de una fosa especial destinada como destino final de todos los desperdicios electrónicos que no sean reutilizados.
Distintos estudiantes de la UNET se han dirigido al Ministerio del Ambiente con proyectos de reutilización de estos desechos, pero no han sido atendidos o simplemente han dejado estas propuestas de lado. Mientras tanto las recomendaciones hechas por la UNESCO Y Green Peace son las de conservar las pilas dañadas y distintos elementos electrónicos que deseemos botar, o simplemente retornarlas a las compañías creadoras de estos productos.

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